jueves, 31 de enero de 2013


JUDY  LA PRISIONERA DE GUERRA



La perra JUDY, un pointer inglés, fue el único perro reconocido como prisionero de guerra y, además, el gobierno británico la condecoró con la Medalla Dickin, que reconoce el mérito de los animales en tiempos de guerra.
Judy nació en algún lugar de Shangai y siendo un cachorro fue adoptado como mascota por la tripulación del HMS Gnat de la Royal Navy pasando más tarde al cañonero HMS Grasshopper. En 1942, el cañonero fue torpedeado por los japoneses y quedó muy dañado. Aún así, la tripulación consiguió llegar hasta una isla deshabitada… más de 50 hombres abandonados a su suerte sin apenas comida y sin agua. Después de dos días, apareció Judy y, tras recibir las carantoñas de sus compañeros, comenzó a escarbar hasta que…encontró agua dulce y les salvó la vida. Consiguieron salir de la isla cuando se hicieron con un junco chino, pero fueron capturados por los japoneses y llevados al campo de prisioneros de Medan en plena selva. Como no querían abandonar a su salvadora, Judy estuvo camuflada durante varios días en un saco de arroz. Ya en el campo, la perrita fue adoptada por el aviador inglés Frank Williams y juntos compartían la escasa ración de comida. Pero Judy no era sólo una mascota, siempre estaba vigilante y avisaba cuando en los barracones entraba alguna serpiente o cuando se acercaban los guardias a los que incluso llegó a atacar -llevándose algún culatazo que otro-. Viendo que aquella actitud hacia peligrar la vida de Judy, Frank logró convencer al oficial de más alta graduación de los prisioneros para que solicitase al comandante japonés que la registrase como prisionero de guerra. Aprovechando un día que el sake corrió por el campo de prisioneros, y ayudado por todo lo que pudieron reunir para sobornarlo, firmó los papeles… Judy se convirtió en el prisionero de guerra 81A.
Frank Williams y Judy en el campo de Medan
Frank Williams y Judy en el campo de Medan
En junio de 1944, los prisioneros fueron trasladados a Singapur pero durante el viaje el barco fue atacado y Frank decidió lanzarla al agua para salvarla de los proyectiles. El barco se hundió y los prisioneros que no murieron durante el ataque fueron capturados. Frank fue llevado a otro campo… pero sin Judy. Conforme iban llegando el resto de prisioneros, llegaban noticias de Judy: había salvado a varios prisioneros acercándoles trozos de madera para que no se ahogasen e incluso llevándolos hasta la orilla… pero pasaban los días y Judy no aparecía. Hasta que un día cuando estaba trabajando en la jungla, un animal salió de entre la espesura y se lanzó a los brazos de Frank… era Judy. Estaba muy delgada, sucia y tenía una herida en una pata con la marca del ataque de un cocodrilo. Aquella inmensa alegría fue un estimulante para todos y un consuelo en aquellas duras jornadas de trabajo, hambre y enfermedades.
En 1945, cuando terminó la guerra, los prisioneros fueron liberados y embarcados hacia Liverpool pero… las mascotas no estaban permitidas a bordo. No hubo problema, todos ayudaron a Frank a camuflar a Judy para que les acompañase de regreso a casa. Ya en casa, Frank, acompañado de Judy, se dedicó a visitar a los familiares de los soldados que no habían regresado. Judy fue entrevistada por la BBC con motivo de las celebraciones de la victoria al año siguiente y solamente dijo “guau, guau, guau”. Estuvieron juntos hasta que en 1950, con 13 años, a Judy se le detectó un tumor y Frank tuvo que sacrificarla
El día que recibió la medalla Dickin
Judy, el dia que le concedieron la medalla Dickin.




LA MEDALLA DICKIN


    
                                               


La Medalla DICKIN  es una condecoración que se otorga a los animales por sus acciones señaladas en época de conflictos bélicos desde 1943, y que puede ser considerada como un equivalente de la Cruz Victoria que se le entrega a los militares que forman parte de las Fuerzas Armadas de la Commonwealth. La entrega de esta medalla fue idea de Maria Dickin, fundadora de la institución PDSA (People's Dispensary for Sick Animals, en español: Sanatorio popular para animales enfermos).
Está hecha de bronce y tiene inscritas las leyendas «For Gallantry» (Por la valentía) and «We Also Serve» (También servimos) dentro de una corona de laurel. Esta medalla porta una cinta con rayas verdes, marrón oscuro y azul pálido.
Dicha medalla es presentada y entregada por el Señor Alcalde de la Ciudad de Londres. En la actualidad, tan sólo sesenta y tres animales han sido condecorados con esta medalla.a

Nota: De las 53 Medallas Dickin otorgadas en la Segunda Guerra Mundial, 18 fueron para perros, 3 para caballos, 1 para un gato y 31 para palomas.


sábado, 22 de septiembre de 2012

LOUK EL REBELDE






Entre agencias de calificación, inversores en la sombra, ministros de economía y extraños operadores del mercado, la crisis de la deuda soberana que vive Europa tiene multitud de protagonistas, pero ninguno tan peludo como LOUKANIKOS  
Este mestizo color canela representa el lado más antisistema de la raza perruna y desde 2008 participa en cuerpo y alma de cada algarada en las calles de Atenas. Una revisión rápida a la hemeroteca lo delata en varias posiciones, siempre del lado contrario de la Policía.
En las manifestaciones que vive Grecia desde hace meses contra el recorte del gasto público, Loukanikos, cuyo nombre significa en griego salchicha seca, se ha dejado ver en plena batalla. Se sabe de él que vive en la céntrica plaza Sintagma y que es uno de los 2.000 perros callejeros que habitan las aceras de Atenas.
Ninguno iguala en mala leche a este viejo conocido por los griegos, que es capaz de meterse entre las llamas para amenazar con sus dientes a lo más granado de la policía helena
Su nombre figura en los archivos municipales de perros callejeros de Atenas a los que les ponen un collar de color azul. Tiene el número 1.842 y es el Ayuntamiento de Atenas el que se encarga de esterilizar y alimentar regularmente, aunque se desconoce si con los recortes perderá este derecho.
Poco saben de dónde salió ni en qué círculos adquirió sus bases ideológicas, pero hoy en día lo conocen todos los griegos. «La ciudad lo cuida especialmente porque es adorable.
 Él es también un símbolo, un símbolo de libertad .

domingo, 2 de septiembre de 2012

DOS AMIGOS




SCHOEP Y JOHN, DOS AMIGOS HASTA EL FINAL




Esta historia va de dos amigos. Uno de ellos, un perro artrítico de 19 años que solo cuando se sumerge en el agua deja de sentir la tortura de sus viejos huesos. El otro, un hombre que devuelve el cariño que durante dos décadas le ha dado el animal y que lo mantiene a flote, en brazos. Schoep está enfermo y cada día, al atardecer, John Unger lo lleva al lago de Bakefield en Wisconsin y lo mantiene sobre el agua hasta que el perro se queda dormido con la cabeza en su pecho. La imagen que caza la escena, firmada por la fotógrafa Hannah Stonehouse Hudson  ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un ejemplo que habla sobre la amistad irrenunciable entre hombre y perro.
Unger cumple esa ceremonia desde que el veterinario le dijo que el mestizo pastor que le había acompañado durante media vida sufría tremendos dolores por una severa artritis y una displasia de cadera, dos males comunes a los canes de avanzada edad. Supo también que el agua y la falta de gravedad mitigaban los pinchazos de las dos enfermedades, así que tomó a Schoep y lo introdujo el lago. Lo tomó en brazos, le susurró como a los viejos amigos y el perro se quedó dormido. Desde entonces repite diariamente ese momento de intimidad.
Cuando los medios le preguntan a Unger por qué lo hace, responde que el perro ha sido su compañero de aventuras durante 20 años y que ha cuidado de él siempre. Ahora le devuelve el favor.  John lo adoptó en un refugio cuando solo era un cachorro maltratado y desconfiado con los humanos. Tardó meses en creer en su nuevo dueño, pero se hicieron inseparables. Un año después, Unger y su novia se separaron y él cayó en una profunda depresión. Una noche, pensando en acabar con su vida, se acercó al lago. No sabe explicar cómo Schoep le hizo ver con su mirada que tenía que seguir adelante, así que dio media vuelta y juntos volvieron a casa. El perro no durmió en toda la noche. "Me estaba vigilando", explica su dueño.
 DIRECTO AL CORAZON
¿Cómo una historia tan íntima llega a dar la vuelta al mundo? La fotógrafa Hannah Stonehouse aún no se lo explica. Acostumbrada a trabajar con escenas de animales, retrató el momento de Unger y Schoep y la colgó en su muro de Facebook. En pocas semanas, la han compartido más de un millón de personas y se ha convertido en uno de los ejemplos más tiernos de la historia de las redes sociales.
A Stonehouse ya le siguen miles de personas y cientos han querido ayudar a Schoep. Cuando hace un par de semanas John Unger acudió al veterinario, habían llegado centenares de donativos, premios, juguetes y medicamentos para su perro."No sé cómo dar las gracias porque no sé quiénes son los que nos ayudan", ha declarado el dueño, que no sabe cuánto tiempo le queda junto a su amigo. "Solo sé que siempre estaré ahí para ayudarle".


DIRECTO, DIRECTO, SI SEÑOR














sábado, 1 de septiembre de 2012

HACHIKO , UNA HISTORIA DE LEALTAD













Hachiko nació en Noviembre de 1923 en la prefectura de Odate, provincia de Akita, al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de un intenso color blanco.
La suerte iluminó a Hachiko cuando a los 2 meses de edad fue enviado a la casa del profesor del departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio Dr. Eisaburo Ueno. El profesor lo llevó a su hogar situado cerca de la estación Shibuya, y allí demostró ser un bondadoso y amable dueño. El perro por su parte lo adoraba.
Desde luego, Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad. Pero lo que sí hacía era dejar la casa todas las mañanas con el profesor y caminaba junto a él hasta la estación Shibuya.

El perro observaba como su dueño compraba el boleto y luego desaparecía entre la multitud que abordaba el tren. Más tarde, Hachiko acostumbraba sentarse en la pequeña plaza y esperaba allí a su dueño quien regresaba de su trabajo por la tarde.
Esto sucedía todos los días. Así es como la imagen del profesor con su perro se volvió familiar en la estación Shibuya, y la historia de la lealtad de este animal se diseminó por los alrededores con mucha facilidad. Las personas que transitaban por Shibuya siempre comentaban este hecho.
Una tragedia irrumpió la tarde del 21 de mayo de 1925. La salud de profesor no era muy buena en esos días y repentinamente sufrió una ataque cardíaco en la universidad. Él falleció antes de poder regresar a casa. En Shibuya, el perro esperaba enfrente de la estación.
Muy pronto las noticias sobre la repentina muerte del profesor alcanzaron Shibuya. Inmediatamente muchas personas pensaron en el pobre perro que lo había acompañado todos los días. Varios tuvieron la misma actitud y fueron a la pequeña plaza para convencer al perro de que volviera a su hogar, como si él pudiera comprenderlos.
estatua Hachiko
A la mañana siguiente Hachiko fue visto enfrente de la estación, esperando a su amo. Aguardó todo el día en vano. Al día siguiente estaba allí nuevamente y así sucedía día tras día. Los días se volvieron semanas, las semanas meses, los meses años y aún así, el perro iba cada mañana a la estación, espera el día entero y al llegar la hora de regreso de su amo, buscaba entre todos esos rostros extraños a áquel que amaba. No tenía en cuenta las condiciones climáticas, lluvia, sol, viento y nieve no impedían su diario peregrinar al encuentro de su amo, la lealtad hacia su amigo humano nunca pereció.
La lealtad demostrada por Hachiko tuvo un extraordinario efecto entre los japoneses pobladores de Shibuya. Él se transformó en un héroe, la figura más amada del área. Los viajantes que se ausentaban por un largo período siempre preguntaban por él a su regreso.
En el mes de abril de 1934 los bondadosos habitantes de Shibuya contrataron a Teru ( Shou) Ando, un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor su amigo Hachiko. El escultor estuvo encantado de realizar ese trabajo y la estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko.
Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón.
Durante la guerra todas las estatuas fueron fundidas para la elaboración de armamento, la de Hachiko no escapó de esa suerte y lamentablemente el escultor fue asesinado. Pero los pobladores de Shibuya continuaban recordando a Hachiko y su mensaje de lealtad. Así fue como decidieron formar una Sociedad para el reemplazo de la estatua de Hachiko, y dicha sociedad contrató al hijo de Teru Ando, Takeshi Ando, quién también era un excelente escultor.
Hoy en día, la exquisita estatua de Hachiko permanece en el medio de la plaza enfrente de la estación Shibuya. 
El 8 de abril de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.
Los restos de Chuken Hachiko (en japonés el leal perro Hachiko) descansan junto a los de su amo el Dr. Eusaburo Ueno,en una esquina de la sepultura de su dueño en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio.

lunes, 27 de agosto de 2012

UN BUEN SUSTO

El otro dia , el 23 de Agosto, me llevé un buen susto. Salí a dar un paseo con Capitan sobre las doce del mediodia, alrededor de casa .Ya sé que no es la mejor hora , pero estaba desesperado por salir.
Ibamos por la sombra, haciendo pequeñas paradas, paseando , y cuando llevabamos unos 20 minutos lo vi jadear de una forma tan intensa que nos fuimos a casa.
Nada más entrar se tumbó en el suelo aumentando los jadeos y rechazando el agua que le daba , cierra los ojos y se gira hacia un lado en una postura rarísima.  Me asusto, lo llamo y nada , cada vez más apático, con los ojos cerrados y un jadeo más debil. De repente me doy cuenta  ¡un golpe de calor!
Lo cojo en brazos y me meto con el en la piscina, bajando por las escaleras de obra, me resbalo y nos hundimos los dos, salgo a la superficie pero Capitan no reacciona. Cuando consigo sacarlo ya casi no respira. No se que hacer.
Mi sobrino, Juan - menos mal que estaba allí - llama a la veterinaria- Maria - y nos indica que si, que hay que mojarlo  que sigamos con la manguera a chorro, como minimo 15 minutos, que lo mantengamos fresco hasta que lo vea un profesional, Capi ya no respira.Nos entra la histeria total. LLega Carmen en ese momento, la mando a la farmacia a por un Urbason .
Seguimos a chorro con la manguera, Juan haciendole aire con una toalla, Greta, Chester y Otto como locos ladrando y sin parar de dar vueltas alrededor.
Me dice Maria (telefono en altavoz todo el tiempo)  que ha contactado con unos veterinarios de Betera y que cuelge el telefono que me van a llamar enseguida.
Vuelve Carmen , la farmacia cerrada. Histeria total. Juan me dice que le parece  que respira muy despacito, que a veces nota como se le mueve la barriga. Yo sigo con la manguera, Juan y Carmen haciendole aire con las toallas y masajeandole las patitas. 
Los veterinarios no llaman.
Vuelvo a llamar a Maria, que si que ya llaman , tranquilo.
En ese momento suena mi movil, son los veterinarios que no pueden venir , que vayamos a la clinica. 
Pienso que se ha acabado todo, pobre Capi. Lo envuelvo con las toallas mojadas y en brazos lo llevamos al coche. cuando lo colocamos en el maletero, ¡ abre los ojos! .
Salimos zumbando, llegamos a la clinica............... tropecientas pruebas, varios goteros , inyecciones por un tubo , si....... puede que se recupere
Hoy , varios dias después Capi esta bien , esta hecho polvo pero se ha recuperado. Gracias a Dios.

¡¡ CUIDADO CON EL GOLPE DE CALOR !!


Dificultades para eliminar el calor

Las primeras olas de calor son el preludio de las altas temperaturas que depara el verano. Cuando comienzan, es momento de tomar medidas para proteger a nuestros perros del calor. Estos animales no tienen la misma facilidad para refrigerarse que los humanos porque carecen de glándulas sudoríparas para eliminar calor a través del sudor y solo lo pueden hacer a través de la respiración y del jadeo.
En condiciones normales, los perros tienen una temperatura corporal que oscila entre 38ºC y 39ºC, por lo que tienen poco margen cuando sube su temperatura y pueden alcanzar rápidamente 41ºC o 42ºC, un punto en el que llegan al golpe de calor y pueden morir.

Golpes de calor en el coche

La mayoría de los golpes de calor en perros ocurren en los coches. A menudo pensamos que, por unos minutos, con el coche a la sombra y una ventanilla entreabierta, el perro no corre peligro. Pero nada más alejado de la realidad. En solo unos minutos, el coche se convierte en una trampa mortal para el perro. El vehículo puede alcanzar temperaturas que superen los 50ºC cuando hace calor y el perro sufrirá en estas circunstancias una subida de temperatura corporal que hará peligrar su vida.

Síntomas del golpe de calor en perros

El perro que alcanza una temperatura corporal entre 42ºC y 43ºC entra en una fase crítica difícil de superar. Los síntomas que pueden alertar de que el perro tiene una temperatura corporal demasiado alta son: mareos, sensación de que el perro está enfermo, respira con dificultad, jadea, no puede caminar, pierde el equilibrio, taquicardia, temperatura elevada, mucosas congestionadas, vómitos, diarreas y, en algunas ocasiones, shock o pérdida del conocimiento. Una vez que el perro entra en esta peligrosa fase, hay que actuar con rapidez porque si esperamos a llegar al veterinario puede ser tarde. Hay que intentar estabilizarle antes de acudir a la consulta.

Perros con más riesgo ante las altas temperaturas

Los perros que son chatos, como el Bulldog Francés, el Bóxer o el Pequinés, así como los animales que padecen sobrepeso y obesidad o insuficiencia cardíaca o respiratoria, son especialmente sensibles a sufrir golpes de calor. Esto se debe a que carecen de una correcta capacidad de refrigeración, por lo que es fácil que alcancen más de 42ºC.
En condiciones normales, la temperatura corporal de los perros oscila entre 38ºC y 39ºC
Los cachorros (antes del año de edad) y los perros muy mayores son también grupos susceptibles de padecer golpes de calor y otras complicaciones de salud, debido a las altas temperaturas. Los cachorros tienen un sistema inmunitario inmaduro y su capacidad de refrigeración no está al 100%, como en el caso de un perro adulto. Los perros muy mayores (a partir de 11 años) no pueden mantener una temperatura corporal adecuada con la misma facilidad que un perro joven. Hay que tener especial cuidado con ellos cuando comienzan las altas temperaturas.



Como actuar cuando el perro sufre un golpe de calor

Un perro puede sobrevivir a la falta de alimentos, pero si pierde más del 12% del agua de su cuerpo, es posible que muera
La rapidez es fundamental para salvar la vida del perro cuya temperatura llega a 43ºC. Hay que bajar cuanto antes el calor corporal y, para ello, hay que colocarle en un lugar fresco, mojarle con agua fría, ponerle hielo en la cabeza y en el abdomen y ofrecerle agua para que beba, poco a poco.
En esta situación extrema, se puede empapar al perro con alcohol porque, al evaporarse con rapidez, ayuda a que la temperatura corporal descienda más rápido.

Prevención contra las consecuencias del calor

Para evitar las consecuencias del calor en nuestras mascotas, conviene:
  • No salir a hacer ejercicio o a pasear con el perro durante las horas del día de más calor.
  • Procurar que el perro tenga siempre agua limpia y fresca a su disposición, durante todo el año, aunque no haga calor. Un perro puede sobrevivir a la falta de alimentos, pero si pierde más del 12% del agua de su cuerpo, puede morir. Si el perro bebe mucho, incluso más de lo normal, no ocurre nada, porque la eliminará fácilmente. Solo hay que restringir el agua en caso de que el perro vomite mucho.
  • Si se nota que el perro tiene mucho calor, refrescarle el cuerpo y la cabeza con agua.
  • El aire acondicionado también es adecuado para los perros. Si se tiene posibilidad de tenerlo, el perro también lo agradecerá.
  • Recortar el pelaje si es muy largo, pero no dejarlo muy corto, ya que el pelo protege al perro tanto del frío como del calor. Cuando el animal cuenta con un "subpelo" (capa de pelo adicional), tiene mejor protegida su piel de las inclemencias climatológicas. Es el caso de las razas caninas nórdicas, como el Spitz o el Husky Siberiano, aunque estos perros lo pasan muy mal con el calor, ya que su morfología y pelaje están preparados para soportar mejor el frío que el calor.

                             CAPI YA ESTA BIEN.......UFFF